Bajo la apasionada dirección de mi padre y mía, la finca Terre de Ghaya muestra nuestra pasión por los vinos del Ventoux, perpetuando el orgullo transmitido por mis bisabuelos en el siglo XX. Arraigados en la tradición, fuimos los primeros de nuestra familia en crear una bodega.

Estos vinos excepcionales, ricos en personalidad y con un notable carisma aromático, emanan de un terruño bañado por el sol y acariciado por los vientos de las montañas del Ventoux.
Orgullosos de nuestra herencia vitivinícola, nuestra familia Ghaya, impulsada por la pasión por el vino y el respeto por el medio ambiente, cuida las uvas con un profundo respeto por el terruño que nos rodea.

Hemos hecho de la vinificación por gravedad nuestra seña de identidad, excluyendo el uso de bombas en todas las fases del proceso.
Los estudios demuestran que el uso de bombas durante la vendimia puede alterar el sabor del vino, acentuando su amargor y astringencia.

Este enfoque único confiere a nuestros vinos una calidad preservada y auténtica, fruto de nuestro compromiso con la elaboración respetuosa con la naturaleza.